Oinez Basoa es una iniciativa de las ikastolas de Navarra nacida en 2008 en el marco del Nafarroa Oinez. Pretende fomentar la sostenibilidad y progresar hacia un modelo de fiesta sostenible, creando un bosque en las localidades que albergan la celebración de la fiesta, intentando minimizar su huella ecológica, regenerando espacios naturales. Toda plantación fomenta un desafío, un deseo de una nueva actitud hacia el espacio, hacia la naturaleza, en un ámbito de cuidados, de respeto... Desde que se diera inicio al proyecto se han creado 8 bosques y se han reforestado 136 hectáreas a través de la plantación de 46.000 árboles y arbustos.
Arbizu, Tafalla, Tutera, Zangoza, Baztan, Andosilla, Sartaguda y Lesaka cuentan ya con bosques diversos, adecuados a sus entornos naturales, y a los que se han ido incorporando nuevas ideas y acciones. La iniciativa Oinez Basoa contribuye a crear conciencia sobre la necesidad del compromiso individual y colectivo con nuestro entorno, patrimonio cultural y natural, y también con nuestro idioma, el euskera.
Entre 2009 y 2010 se creó el primer bosque en Arbizu, resultado de la colaboración de las ikastolas Andra Mari y Paz de Ziganda y el Ayuntamiento de la villa. Este bosque occidental cuenta con 5.200 árboles de diferentes especies: castaños, nogales, robles, fresnos, secuoyas, abeto Douglas, arces, tuliperos y abeto blancos. Además se crearon 2 charcas con el objetivo de mejorar el hábitat de los anfibios de Sakana y proporcionar un lugar de descanso a aves migratorias.
El bosque mediterráneo de Tafalla, formado por 7.400 encinas y quejigos, fue el segundo que se creó entre los años 2011 y 2012 de mano de las ikastolas Garcés de los Fayos de Tafalla, San Fermin de Zizur Txikia y el Ayto. de Tafalla. Además, en colaboración con la UPNA se está llevando a cabo un proyecto de investigación en torno a la captura de carbono atmosférico y la evaluación de los beneficios que proporciona Oinez Basoa al medio ambiente.
Como resultado del convenio firmado entre el Ayuntamiento de Tutera y Argia Ikastola se crea el tercer bosque, bosque de ribera, entre los años 2013 y 2014. Esta intervención supuso la reforestación del paraje Soto de los Tetones (lugar registrado en Natura 2000, declarado Lugar de Importancia Comunitaria, y utilizado durante 25 años para la agricultura intensiva de arroz). Se plantaron 3.000 árboles de especies arbóreas, arbustivas y trepadoras. Esta intervención fue premiada por el Gobierno de Navarra en el VIII Concurso de buenas prácticas locales sostenibles en 2013 con una mención especial.
Entre los años 2014 y 2015 se crea el cuarto de los bosques en Sangüesa, y contribuye a la regeneración de un vertedero mediante un bosque comestible y un bosque para aves y murciélagos. Zangoza Ikastola, de la mano del Ayto de Sangüesa y la Mancomunidad local, reforestó el viejo vertedero a través de la plantación de 3.000 árboles frutales que suponen un agro-ecosistema que produce alimentos e importantes beneficios ecológicos natural. El proyecto se completó con la colocación de cajas-nido para aves insectívoras, aves rapaces y murciélagos en el entorno de los ríos Irati y Aragón.
Durante 2015 y 2016 se crea el quinto bosque, destinado a la conservación de dos especies protegidas. Baztan Ikastola, en colaboración con el Ayto local, lo creó con el fin de enriquecer el ecosistema local, retirando los pinos del paraje Gainekola y plantando dos especies arbóreas en peligro de extinción, el laurel de Portugal y el carpe. Los 8.000 árboles plantados tienen, además, el valor simbólico de representar a cada uno de los 8.000 habitantes del Valle de Baztan.
En 2016 y 2017 se amplía un viejo pinar en una zona muy conocida por la gente de Andosilla, y que supone un punto de esparcimiento. Erentzun Ikastola de Viana e Ibaialde Ikastola de Lodosa, en colaboración con el Ayto de Andosilla, plantaron 8.500 árboles en las inmediaciones de la ermita de la Santa Cruz. La plantación de pinos Aleppo ha contribuido al enriquecimiento de esa tierra, de características geológicas bastante pobres. En la misma edición se creó una avenida natural, uniendo el parque de la Memoria y la ribera del Ebro de Sartaguda con 500 álamos, encinas, alisos, cerezos de Santa Lucía, olivos, rosas silvestres, endrinos, lentiscos y espinos blancos
La plantación de 2018, gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Lesaka y Tantirumairu Ikastola, se ha destinado a la reforestación de parte de la superficie que quedó calcinada tras un incendio ocurrido en invierno de 2015. El fuego arrasó 190 hectáreas de terreno pertenecientes a Lesaka e Igantzi.
El objetivo primordial de Oinez Basoa es la sensibilización y concienciación del cuidado y respeto al medio ambiente entre los más jóvenes, creando actividades educativas con este fin. Las 15 ikastolas de Navarra forman parte de la red de escuelas sostenibles ESenRED y todo el alumnado cuenta con la agenda Oinez Basoa.
El 1 de enero de 2005 arrancaba la década de la Educación por la Sostenibilidad promovida por Naciones Unidas. Mucho antes, en 1982, el artista alemán Joseph Beuys planteaba su obra 7.000 robles en la Documenta de Kassel. Con la iniciativa Oinez Basoa, la Federación Navarra de Ikastolas pretende dar continuidad a iniciativas que promueven la sostenibilidad y el deseo de dejar un patrimonio natural mejor a futuras generaciones. El crecimiento de la conciencia verde en diferentes entornos, de la dependencia humana de todo lo natural, de la extensión educativa de este asunto crucial, lleva a seguir ejemplos y actuaciones como las mencionadas, creadoras de mensajes, de un claro despertar de la tradición, de un reconocimiento de la totalidad. Como símbolo de la regeneración, un árbol que crece lentamente representa una transformación continua de la vida, de la sociedad y de todo el sistema ecológico. El árbol es un elemento de regeneración.
Por todo ello, las ikastolas de Navarra nos sumamos a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, agradeciendo de corazón a todas aquellas personas que nos han apoyado y apoyan en la consecución de una empresa tan ambiciosa: entidades públicas y privadas, ayuntamientos, asociaciones, empresas, colectivos y miles de personas voluntarias...
El autor es director de la Federación Navarra de Ikastolas
