Han transcurrido siete años desde que se creara el primer Oinez Basoa. Se plantó en Arbizu a través del proyecto Nafarroa Oinez 2009 que organizó Andra Mari Ikastola de Etxarri Aranatz. Los inicios suelen ser complicados y hace ocho años resultaba complicado imaginar la trayectoria que seguiría la iniciativa que pretendía compensar a través de la creación de bosques las emisiones derivadas de la organización de Nafarroa Oinez. A día de hoy, sin embargo, mirando hacia atrás, podemos ver de forma clara los logros conseguidos. En Arbizu se plantaron nueve especies de árboles diferentes, 5.200 plantas en total: fresnos, abetos douglas, abetos blancos, alisos, secuoyas, arces, robles, castaños y nogales. El bosque sigue su curso, creciendo y fortaleciéndose a través de cada estación. Además, una vez realizada la plantación se crearon dos balsas con el objeto de mejorar el hábitat de los anfibios de Sakana, concretamente para la especie rana ágil. Se marcó como objetivo principal extender los humedales para facilitar la reproducción de dicha especie recogida en el catálogo de especies protegidas de Navarra.
