Los incendios que estamos padeciendo estos últimos días en Nafarroa se han convertido en el tema principal de todas las conversaciones. El fuego ha calcinado miles de hectáreas desde el monte Ezkaba hasta Valtierra y aunque trece pueblos han sido desalojados y cerca de un millar de personas han tenido que salir de sus casas con lo puesto, no se han registrado daños personales, lo que supone una buena noticia. De hecho, el Gobierno de Nafarroa ha fijado la prioridad de su plan de emergencias en los ciudadanos.
Los incendios han sido calificados por el Gobierno Foral como "hechos trágicos e históricos" y, al no poder medir su extensión, se considera que han sido "el mayor en décadas". El desastre causado en unas pocas horas es tremendo y tardará años en recuperarse lo perdido. Entre las zonas afectadas se encuentra el Oinez Basoa de Arguedas creado por las ikastolas navarras a través del Nafarroa Oinez 2019. En el acceso a la Ermita de la Virgen de Yugo, que también es cañada, se realizó una plantación cuyo objetivo era la promoción de la biodiversidad de los pinares, así como la ubicación de cajas nido para aves y murciélagos. Todo ha desaparecido.
La decepción y la tristeza reinan estos días en Nafarroa, pero también el agradecimiento por la solidaridad y la ayuda recibida, tanto en lo que se refiere a medios locales como en referencia a la solidaridad y ayuda recibidas desde el exterior.