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18 MAY 2023

APORTACIÓN DE LAS IKASTOLAS A FAVOR DE UN MODELO SOSTENIBLE

REVISTA LEIHOTIK, PAZ DE ZIGANDA IKASTOLA ((Nº63 - ABRIL 2023)

Marta, ¿cuántos bosques se han creado entre 2008 y 2023 gracias al proyecto Oinez Basoa?

La idea de Oinez Basoa surgió en el Nafarroa Oinez 2008de Jaso Ikastola, pero no tuvieron tiempo suficiente para llevarla a cabo, por lo que la idea fue heredada en 2009 por Andra Mari Ikastola de Etxarri Aranatz. El primer bosque fue plantado en invierno de 2010 bajo el paraguas del Nafarroa Oinez organizado por las Ikastolas Andra Mari y Paz de Ziganda, respectivamente, en 2009 y 2010. Desde entonces se han creado otros 9 bosques: Tafalla, Tudela, Sangüesa, Baztan, Andosilla-Sartaguda, Lesaka, Alsasua, Arguedas y Antzin-Barindano.

Lamentablemente, hay que decir que los incendios del verano pasado calcinaron el bosque de Arguedas. Actualmente el Gobierno de Navarra está trabajando en subvenciones con Europa para la replantación de zonas quemadas.

Por otro lado, en Tafalla se ha iniciado la creación del segundo bosque Oinez. Recientemente se ha llevado a cabo la plantación de árboles en la zona del lago conocido como Cascarruejos, donde a lo largo de los próximos meses se construirá un observatorio de aves.

En concreto, ¿cuántos árboles se han plantado y cuántas toneladas de CO2 compensan?

En total se han plantado unos 52.000 árboles en los Oinez Basoa. Entre las virtudes de esta iniciativa se encuentra su capacidad de adaptación al entorno en el que se sitúa, por lo que en nuestra extensa Navarra podemos encontrar un bosque occidental, pero también un bosque mediterráneo, un bosque de ribera o un bosque comestible, entre otros. En este sentido, los Oinez Basoa engloban numerosas especies: robles, castaños, nogales, alisos, fresnos, quejigos, laurel de Portugal, fresnos de haya...

No disponemos de datos para conocer el número de C02 que compensamos. El estudio realizado por el alumnado de Paz de Ziganda en el bosque de Arbizu permitirá obtener este dato aproximadamente. Para tener un dato integral habría que llevar a cabo la misma investigación en todos los Oinez Basoa.

¿Conoces alguna otra red escolar en Europa que tenga el potencial de crear una iniciativa de este tipo?

La verdad es que no. Existen centros educativos que disponen de espacios pedagógicos al aire libre, pero dichos espacios no son propios. A través del Oinez Basoa las ikastolas de Navarra tenemos la capacidad de crear bosques y seguir su desarrollo. Iñigo Virto, Doctor en Ingeniería Agrónoma por la Universidad Pública de Navarra, nos acompaña en la iniciativa Oinez Basoa y asegura que es un auténtico privilegio contar con un recurso así.

¿Cuál es la intención de este año de la ikastola de Etxarri?

La intervención de este año se dirigirá al primer Oinez Basoa que se creó en el seno de los Nafarroa Oinez 2009 y 2010, en el Oinez Basoa de Arbizu. Los guardas forestales locales nos indican que el estado del bosque es bueno, pero como se sabe, cuando se realiza una plantación no todos los árboles plantados prosperan.

En su día se plantaron 8 tipos de árboles; 13 años después, atendiendo al desarrollo de cada especie y a su capacidad de adaptación al entorno, se procederá a una nueva plantación en la zona desprovista de vegetación.

Por un lado, plantaremos el roble autóctono, que es la especie que mejor se ha adaptado entre los árboles plantados. También plantaremos unos castaños. Esta es una planta delicada, afectada por 3 tipos de dolencias y muchas de las plantadas en 2010 murieron. Esta vez la plantación la haremos con ayuda de la Mancomunidad de Sakana, aprovechando que está llevando a cabo varias plantaciones en otras localidades de la comarca. Además, relacionaremos la plantación de castaños con la transmisión de la cultura vasca, tan local. Antaño, en las casas de Arbizu la castaña era un alimento básico que se comía todas las noches. Opcionalmente, queremos crear un video que recoja los testimonios de los amigos que vivieron aquellos tiempos.

También abordaremos labores de mantenimiento que requiere el bosque, hemos previsto la limpieza en algunas zonas y la creación de una nueva cancilla.

Además, tenemos previsto crear observatorios de aves. Aún no lo hemos definido del todo, pero la idea es marcar un recorrido por el bosque y crear cuatro o cinco pequeños observatorios. Queremos ubicar unas cestitas para dejar comida para las aves y al lado pequeños observatorios camuflados. La idea no es alimentar a las aves de forma continuada, por lo que las cestas sólo se utilizarían durante las visitas. Determinaremos el número de observatorios y su ubicación con la ayuda de un biólogo.

Oinez Basoa, además de una iniciativa por la sostenibilidad, también tiene una aportación pedagógica, ¿no?

Los Oinez Basoa son bosques educativos que debemos aprovechar como recurso pedagógico para generar sensibilidad y respeto hacia el medio ambiente. En el bosque de Tafalla el alumnado de la ikastola ha realizado diversas investigaciones en colaboración con la Universidad Pública de Navarra, y los informes generados están expuestos en la web Oinez Basoa. Este año el tema a tratar será el bosque de Arbizu.

En la misma línea, en la web www.oinezbasoa.eus se pueden acceder a las unidades didácticas que se han creado en las ikastolas a lo largo del recorrido de esta iniciativa.

Hoy en día, el cambio climático está en boca de todos/as y es evidente que se está produciendo a una velocidad vertiginosa, sobre todo, por la acción humana. Asimismo, en la actualidad, a pesar de que el nivel de conocimiento del euskera es mayor, se observa que en los últimos años el uso ha descendido. Así las cosas, son dos frentes que no podemos obviar. Es imprescindible seguir concienciando sobre la necesidad de preservar nuestro entorno y nuestro patrimonio cultural, que es hacer pedagogía. Tenemos que actuar con responsabilidad, conservar el legado que han dejado nuestros mayores y enriquecerlo en la medida de lo posible para dárselo a los que vendrán detrás.

Las nuevas familias a veces no conocen bien la iniciativa y cuando se reparten los boletos para proteger árboles, no son conscientes de lo que hay detrás. ¿Qué les diría a estas familias?

Como hemos dicho anteriormente, las ikastolas de Navarra somos afortunadas de disponer de un recurso como este, tener la capacidad de crear bosques no es una cuestión cualquiera. A través de la iniciativa ponemos en práctica los valores inherentes al proyecto ikastola, en este caso el respeto, el cuidado y la responsabilidad por el medio ambiente y el euskera. Y no sólo mirando a los que formamos el colectivo de ikastolas, sino a Navarra, a Euskal Herria, desde un mundo amplio. El bosque creado por las ikastolas navarras es una gran aportación que busca el beneficio de la sociedad. Por lo tanto, el valor de los boletos Oinez Basoa que se reparten cada año es enorme.

Lo que sí es cierto es que, a menudo, fuera de casa se da más valor a la iniciativa que en las ikastolas. Por ejemplo, en 2021, la Fundación Orreaga premió a la Federación Navarra de Ikastolas y al Nafarroa Oinez por su proyecto Oinez Basoa. En este sentido, el proyecto es muy conocido en el Gobierno de Navarra, concretamente en el Departamento de Medio Ambiente, así como en la Universidad Pública de Navarra.

Alumnado de Paz de Ziganda ha estado en Arbizu (febrero). ¿Qué te parece la investigación que se está llevando a cabo bajo el asesoramiento del edafólogo Iñigo Virto de la UPNA? ¿Cómo fue la visita al bosque de Arbizu?

Me ha parecido perfecto que el alumnado se acerque al Oinez Basoa de Arbizu y lleve a cabo allí la investigación. Desde el ámbito educativo, la realización de este tipo de iniciativas en los centros educativos es fundamental porque los niños, niñas y jóvenes son la esperanza de futuro. Ellos y ellas, mejor que nadie, deben comprender lo que ha pasado y lo que no debe repetirse. Tenemos que convertir los bosques en aulas. El alumnado tiene que estar al aire libre, en contacto con la naturaleza.

La sesión realizada en febrero por los alumnos y alumnas resultó muy interesante. Con la ayuda de Iñigo Virto y Nagore Aizpurua, profesora de la ikastola, los alumnos y alumnas realizaron varias intervenciones:

  • Se midieron la altura y el diámetro de los árboles.
  • Se tomaron muestras de suelo en diferentes zonas del bosque en estudio en la UPNA.
  • Se enterraron bolsas de té verde y rooibos en 3 zonas diferentes del bosque. Hacia mayo se desenterrarán las bolsas y se estudiará cómo se han descompuesto.

A partir de la información recibida los alumnos y alumnas obtendrán una serie de datos que posteriormente recogerán en un informe.