Durante muchos años la castaña fue un alimento básico en Euskal Herria. Se han encontrado rastros entre restos del paleolítico y se sabe que junto a la bellota sirvieron de sustento y alimento tanto para el hombre como para el ganado. Se consumían de muchas formas, por ejemplo, asadas, cocidas o en sopa. La madera del castaño también ha sido muy utilizada en la construcción, en la creación de mobiliario y con otros fines. A partir de la década de 1960, sin embargo, comenzó una notable pérdida de castaños en los bosques de Euskal Herria y Nafarroa. De hecho, la enfermedad de la tinta hizo desaparecer casi todos los castaños.
El año pasado, Andra Mari Ikastola de Etxarri Aranatz, organizadora de Nafarroa Oinez 2023, decidió realizar una serie de intervenciones vinculadas a la iniciativa Oinez Basoa. Una de ellas se centró en el castaño.
Por un lado, este pasado invierno, se han plantado en el Oinez Basoa de Arbizu castaños traídos de Galicia. Son plantas tratadas para hacer frente a las enfermedades que atacan a esta especie. Por otro lado, para dar cuenta de la importancia de la castaña en Euskal Herria, y en este caso concreto en Sakana, se han recogido testimonios de vecinos de Arbizu, Etxarri, Bakaiku, Ihabar e Irañeta que hablan de muchas cuestiones relacionadas con la cultura del castaño de antaño.
Aquí los podeís ver: